jueves, 18 de junio de 2009

Tributos y atributos


El sábado a más de uno se le atragantó el café. Amanecía la prensa nacional con la noticia de la subida de impuestos en tabaco y gasolina. Cataclismo. En un país donde los políticos huyen de las palabras tasa y gravamen como de la peste negra, la Moncloa debía estar de luto. Una vez más, el repaso de los diferentes diarios pone en evidencia algunas prácticas periodísticas que lamentablemente están dentro de lo común. 

El País, el diario del rigor, el Frankfurter Allgemeine hispano por excelencia, escogía un peligroso titular de una línea: "Zapatero sube impuestos por la crisis". Ni el antetítulo ni los dos subtítulos clarifican el impactante titular. Es más,  hay que esperar a llegar a al final de la entradilla para descubrir que en realidad no se trata del inmencionable aumento de la presión fiscal directa, sino de una subida del IVA sobre dos productos importantes, sí, pero específicos. 

El Mundo trata de colocar las dos noticias negativas en el titular, en un puro experimento de fisión nuclear: "Suben los impuestos y [para más inri] el paro no bajará hasta 2011". Nótese la confusión a la que incita la conjugación verbal "suben" (¿Quiénes? ¿Los impuestos suben? o ¿Los socialistas suben los impuestos?). Al menos el subtítulo viene a confirmar que aunque los impuestos generales no suben, sí es posible que lo hagan ("Salgado no descarta...").

Pasamos al ABC, que no se anda con pamplinas: "Zapatero sube impuestos para paliar su fallida previsión económica". Lo de fallida previsión es innegable (nada que reprocharle pues por el lado de la veracidad), aunque la asociación de una idea con la otra no deja de chirriar. Si se quería inserir opinión subliminal, hubiese sido preferible esperar al cuerpo de la noticia: "La subida de impuestos viene a dar la razón a los que vieron inviables las previsiones de Zapatero".

Curiosamente, el titular de La Razón acaba por ser uno de los menos ambiguos: "Salgado sube el tabaco y la gasolina". Chapeau para el diario que creó Ansón para fustigar a las izquierdas. Tampoco a los subtítulos se les puede reprochar nada; es la prueba fehaciente de que se puede ser contundente y preciso a la vez. Asombrado, el lector prevenido tiene la tentación de correr al texto de la noticia para descubrir el gato encerrado, pero no lo hay. La Razón ha hecho una apuesta por el buen periodismo, el mismo que El País ha dejado hoy de lado para vender más ejemplares.

Y last but not least, el diario Público, pequeño en comparación con sus rivales, pero peleón como ninguno. La noticia desaparece prácticamente de la portada frente a otra de creación propia "La izquierda pierde por copiar a la derecha". Aún así, debe decirse que la subida de impuestos especiales no merece en mi opinión ser noticia del día. Pero Público hace una asociación de ideas igual de perversa que la del ABC, aunque en sentido opuesto: "Tabaco y gasolina más caros contra el déficit". El cuerpo de la noticia lamentablemente no corrige este desacierto.

En un tema tan demagógico como el de la subida de impuestos, era de esperar que los diarios se apuntasen al bombardeo, pero al menos sería de esperar que lo hiciesen con profesionalidad. Que la sorpresa del día la haya dado La Razón, por lo general más proclive  a titulares tendenciosos, debería hacernos reflexionar a todos.  Ojalá mediten también un rato al respecto las cabezas directivas del grupo PRISA; el buen periodismo está al alcance de todos.