miércoles, 6 de mayo de 2009

Dos titanes en el ring vasco


Miércoles 6 de mayo. Llega el huracán Patxi López a las portadas nacionales. El líder socialista ha alcanzado Ajuria Enea aupado por los populares, y por eso la victoria es compartida. El Mundo y El País se muestran exultantes, pero cada uno a su manera. El diario de PRISA pone el acento en el nuevo lehendakari; el rotativo de Pedro J. en cambio prefiere insistir en la amarga derrota de Ibarretxe. Todo en ambos diarios se estructura en torno a esta diferencia fundamental en el tratamiento de la noticia: foto, pie de foto, editoriales, titulares y artículos al servicio de una idea central.

Los titulares de portada no mienten, pero informan de verdades diferentes. "Lehendakari Patxi López" reza El País, imposible rebatirlo. "López a Ajuria Enea, Ibarretxe a su casa" es la apuesta de El Mundo, y tampoco es menos cierta. ¿Pero qué es más importante? ¿Que gane López o que pierda Ibarretxe? Está claro que hay una visión contrapuesta; para unos la llegada del PSE al poder, para otros la salida del PNV. En todo caso una cosa está clara: los dos celebran - y de manera nada disimulada - la alternancia en el gobierno vasco.

La foto del día también revela dos visiones diferentes de la noticia. En la de El País un Patxi López sonriente saluda a un Ibarretxe con cara de pocos amigos; en la de El Mundo se opta por una técnica bastante recurrida, que es una foto de López y su mujer llegando al Parlamento, y otra de Ibarretxe y su esposa de espaldas abandonando Ajuria Enea. La apuesta de El Mundo tiene una evidente lectura política: pone en plano de igualdad la victoria de uno con la derrota del otro. De nuevo se trata de insistir sobre lo mismo: para este diario lo fundamental es que Ibarretxe haya sido desahuciado del poder.

¿Cual de los dos tratamientos de la noticia es menos objetivo? Imposible decirlo; ambos viven la noticia con sentimientos diferentes, y como tal levantan diferentes pasiones. Los dos diarios le otorgan un peso similar al acontecimiento: noticia principal, fotografía de portada, y seis páginas enteras en el interior. El Mundo sin embargo cede un poco más de espacio en su portada, e introduce un elemento que los diarios se reservan para noticias históricas o de suma importancia: un artículo de opinión. El Mundo se implica por lo tanto de forma más visible, y esa podría ser una de las decisiones más criticables.

Con un encabezado que dice: "La Revolución", el artículo opinativo que El Mundo coloca en portada no deja lugar a dudas sobre el posicionamiento ideológico del diario. El País no recurre a esta opción, y es de agradecer que no se implique de forma tan visible, aunque no por ello el tratamiento es automáticamente más objetivo. La subjetividad destilada por los diarios suele ser mucho más sutil e indirecta de lo que a veces el lector imagina.

Las páginas de opinión de ambos diarios reflejan notables diferencias.  El Mundo hace de la noticia la fuente principal de sus editoriales y artículos de opinión; también las dos tradicionales viñetas hacen referencia al acontecimiento del día (ninguna en el caso de su diario rival). El País dedica a la noticia su editorial central, pero hay relativamente pocos artículos evaluativos/opinativos al respecto. Aún así pies de plomo. No por no opinar la noticia es más fiable. De todas formas los editoriales inciden en las dos visiones que los titulares ya preconizaban; es como si marcasen las directrices, y todos los demás elementos siguen la corriente establecida al unísono.

En la selección de fuentes más de lo mismo; El Mundo recoge muchas más declaraciones de Ibarretxe que El País: quiere que el ex-lehendakari sea EL protagonista de la noticia. ¿Patxi? ¿Qué Patxi? Lo que se pretende es maquillar la victoria de López como la de un frente anti-nacionalista, y no como la de un partido. Y bien puede que sea así... El País en cambio menciona a Ibarretxe de rebote, pero ni siquiera los subtítulos le dan demasiado protagonismo. Parece que unos deseaban con más fervor que los otros el abordaje del buque nacionalista. Y ahora se empeñan en derribar la insignia. Cuestión de afinidades.

Con todo y resumiendo, llegamos a la gran pregunta: ¿Cual de los dos tratamientos de la noticia merece más confianza? Se puede asegurar sin mucho margen de error que El Mundo ha sido más explícito que El País en celebrar la caída del Emperador Ibarretxe, pero afirmar que por ello su información es menos fiable sería un craso error. El Mundo se moja más, cierto, pero lo hace respetando los espacios creados para tal efecto: los artículos de opinión, editoriales y viñetas. En lo que respeta la parte informativa, los diferentes enfoques siguen las mismas pautas en la construcción de la noticia, pero interpretan la realidad de forma diferente. Menos mal. Porque si  existiese una única interpretación de la realidad no encontraríamos en nuestro quiosco más de un diario. O todos ellos serían idénticos.

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